Aixa nació en el siglo X en Córdoba, hija de Ahmed ben Cadin, de la corte de Abderraman III el primer Calida Omeya, fue una de sus poetisas preferidas, porque sus composiciones estaban llenas de erudición y sensibilidad.
Pertenecía a una noble familia muy conocida en la capital del califato. Aunque por envidias, sufrió intrigas de palacio, cárcel, destierro y finalmente cuando le quemaron públicamente sus libros, nos dejó escritos estos versos:
Su fama trascendió de Medina Azahara a todos los reinos hispánicos tanto musulmanes como cristianos.
Pertenecía a una noble familia muy conocida en la capital del califato. Aunque por envidias, sufrió intrigas de palacio, cárcel, destierro y finalmente cuando le quemaron públicamente sus libros, nos dejó escritos estos versos:
"Dejad de prender fuego a pergaminos y papeles,
Y mostrad vuestra ciencia para
que se vea quien es el que sabe.
Y es que aunque queméis el papel
Nunca quemareis lo que contiene."